Distancia­ 6'5 Km.
Dificultad – Media­fácil.
Descripción:

Saldremos desde la plaza de Peñolite en dirección sur a través de la calle Ancha. Al dejar atrás las últimas casas tendremos a la derecha la Era de la Tobilla y a la izquierda una buena vista del arroyo Peñolite y la Cuerda de Lucas.
A 800 mts. de la salida llegamos a la altura de la Fuente del Barranco Negro, que se encuentra a apenas 20 metros a la izquierda del camino. Se trata de un manantial de agua potable que surge entre grandes cerezos y olivas. Este lugar gozó siempre de gran popularidad entre los peñoliteros/as debido a la calidad de sus aguas, siendo el sitio elegido para espantar al diablo el día de San Marcos.

A 1'1 Km. el camino atraviesa el Arroyo de Cascos y la pendiente comienza acambiar, iniciándose la ascensión de manera cada vez más pronunciada.

Cuando hayamos caminado 2'1 km. llegaremos a un cruce. En este puntodebemos dejar el carril principal y tomar un camino pedregoso, más estrecho, que surge hacia la derecha. Nos adentraremos en una zona barrancosa dominada por la umbría, salpicada de almendros y olivares, situándose las cimas orográficas hacia nuestra izquierda y las profundidades del valle a la derecha.

Recorridos 2'950 Km hallamos la desembocadura de un carril secundario a nuestra izquierda. Nosotros hemos de seguir de frente.

Caminados 3'3 Km habremos ascendido hasta el Collado de los Bujes, el punto más alto de la ruta con casi 1.000 mts de altitud. Nuestro camino alcanza la carretera no asfaltada que une Peñolite y los Prados de Armijo. Nosotros tomaremos dirección este, hacia la derecha, para retornar a Peñolite. A partir de este punto, la ruta consiste en un suave y fácil descenso a través de un camino ancho y limpio, apenas transitado y con magníficas vistas del valle de Peñolite y más allá.

El Arroyo Cascos quedará de nuevo a nuestra derecha y las cimas, coronadas por pinares, a la izquierda. El paisaje nos ofrece un cuadro abierto con el cerro Castellón al frente y el monte Salfarat en la lejanía.

A 6'1 Km el ancho camino se une a otro de similares características que aparece a nuestra izquierda. Se trata del camino que viene del cortijo del Tamaral a través de los Llanos de Doña Inés. Para regresar a Peñolite hemos de seguir descendiendo, para ello tomaremos dirección hacia la derecha.

Aproximadamente a 6'5 Km entraremos de nuevo en Peñolite por la calle Carretera del Tamaral, en la que la piscina pública de Peñolite nos da la bienvenida.

Distancia­ 11'55 Km
Dificultad­ Fácil.
Descripción:

Desde la plaza de Peñolite tomaremos la Calle de la Iglesia hacia la Piscina Pública. Dejaremos la población por el Paseo del Balcón y, al llegar a una intersección a 500 mts de la salida, cogeremos la dirección que apunta nuestra derecha. Se trata de una carretera asfaltada, de escaso tráfico, que llanea abriéndose al valle de Peñolite, con la Cuerda de Lucas al frente y los llanos de la cortijada de Bonache, entre sierra Oruña y Salfarat, más allá de la vista.

Inmediatamente, el terreno cerrado que surca el arroyo Peñolite da paso al vasto valle del río Guadalimar, donde apreciaremos unas vistas generales de Puente de Génave, coronado por el cerro Migallejo y tutelados ambos por el monte Salfarat, cuna de leyendas medievales.

Transcurridos 1'7 Km se incorpora por la derecha de la carretera un camino secundario que proviene del Cortijo de Rojas. Conforme avanzamos, se van divisando otras unidades del relieve, como las Dos Hermanas y sierra Morena, que aparece a lo lejos, en el horizonte.

Tras 2'4 Km llegamos a los pies del Cortijo de los Prados de San Blas, que queda en una altura superior a nuestra izquierda. A la derecha aparece un carril que desciende hacia el Cortijo de la Vicaría de Arriba. Nosotros continuaremos por la carretera asfaltada.

A 3'3 km llegaremos al Pino de Las Andarinas, tradicional meta de paseantes y gente sana de Peñolite.

Una vez caminados 4 Km, nuestra carretera desemboca en otra de similares características que une las cortijadas de El Tamaral y los Prados de Armijo. El Tamaral quedará a nuestra derecha, y bien podemos apartarnos apenas 50 mts de la ruta para visitar dicha cortijada, en especial un soberbio pino datado en más de 300 años, cuyo tronco no lo abarcan tres personas abrazadas a su base. Una vez hecha esta obligada visita, desandaremos los 50 mts y volveremos a la intersección anterior.

Llegando desde Peñolite, hemos de tomar la carretera en dirección hacia los Prados de Armijo, esto es, hacia nuestra izquierda. El camino continúa asfaltado unos 400 mts más, para luego dar paso a un ancho, y bien cuidado, carril de tierra. Enseguida cruzaremos el arroyo del Tamaral, que en ese punto apenas lleva agua.

Comenzaremos una ascensión con cierta dificultad a causa de la pendiente. Ésta se sortea mediante seis curvas cerradas cercanas a los 180 grados, tres a izquierdas y tres a derechas; en la última curva que gira a derecha, aproximadamente a 5'8 Km desde la salida, hemos de abandonar el camino principal a través de un camino más estrecho que nace a nuestra izquierda, en el centro mismo de la curva. Enseguida contemplaremos el paisaje que teníamos a nuestra espalda, más amplio que lo observado hasta el momento debido a la mayor altitud en la que ahora nos encontramos, encontrando la posibilidad de visualizar la Peña del Cambrón, frontera entre Andalucía y La Mancha, y otras cumbres de la Sierra de Alcaraz.

El camino vuelve a llanear entre pinares y olivares. A 5'9 km tropezamos con un cruce, seguiremos por la derecha.

A 6'4 Km llegamos a un arenal, del que se proveen los vecinos del lugar, que surge a nuestra derecha. Al poco, aproximadamente a 6'55 km de la salida el camino se bifurca en tres direcciones: nosotros seguiremos por el camino de enmedio. A 6'95, otra bifurcación, seguimos recto por el camino de la izquierda.

Transitamos por la vaguada que forma el arroyo del Tamaral y, tras 7'8 Km de camino, volvemos a cruzarlo a través de un paso bien adecentado con suelo de cemento. El camino nos lleva por viejos olivares de recios troncos marcados por las arrugas del tiempo. Estos campos son conocidos en el lugar como los Llanos de Doña Inés.

Para tener la certeza de que hemos seguido las indicaciones correctamente, a 8'4 Km encontraremos una instalación bien protegida de placas solares. Apenas 100 mts después damos con una nueva bifurcación, seguiremos por el camino de nuestra derecha. Este empieza a ensancharse y mejorar a la par que comenzamos un suave descenso.

Recorridos 9'4 Km volveremos a tener vistas en altura de Peñolite y sus huertas,
con la Cuerda de Lucas al frente, en las alturas.

A los 10'8 Km empalmaremos con el camino que viene de los Prados de Armijo y se dirige a Peñolite. Hacia la izquierda se encuentra nuestra meta. 500 mts más adelante entraremos en Peñolite y tras 11.550 metros retornaremos a su plaza.

Distancia: 12'2 Km
Dificultad: Media­alta.
Descripción:

Una vez visitado Peñolite, saldremos desde su plaza central en dirección Puente de Génave (carretera JA­9110) hasta atravesar el Puente de los Cañamares que salva el cauce del arroyo Peñolite. Justo al cruzarlo, tomaremos el carril de arena que nace a nuestra derecha, que conduce, a través del Collado de las Tablas, hasta la aldea beatense de Cañada Catena. Aunque hoy no pretendemos llegar tan lejos.

A 1'4 km de la salida encontraremos, escondidas a la izquierda, las ruinas del poblado de Las Cuevas. El arroyo Peñolite ha ido quedando a la derecha del camino, junto a diversas huertas que se benefician de su regadío.

A 2'1 Km aproximadamente trazaremos una pronunciada curva a la izquierda con pendiente ascendente. No debemos tomar otro camino que nace llaneando hacia la derecha justo en mitad de la curva, aunque, con un mapa en la mano y voluntad de salvar cuestas más considerables, no sería una mala alternativa para esta ruta que se propone aquí. Nosotros/as seguiremos ascendiendo por la curva a izquierda que presenta el carril principal.

A 2'9 km sí abandonaremos el carril principal y en una curva a izquierdas tomaremos un carril secundario que parte hacia nuestra derecha. Nos adentramos en el carril de la Cañada del Toril. Al poco, a 3'5 km de la salida visualizaremos el cortijo de la Cañada del Toril. A nuestra derecha se abren las vistas hacia la Loma Larga y los Prados Altos.

A 4'3 km se incorpora un carril secundario por nuestra derecha, seguiremos de frente por el camino que queda a nuestra izquierda. A 4'4 toparemos con el merendero de la Fuente del Sestero, que queda a la derecha del camino. Este lugar será perfecto para hacer un descanso y beber un refrescante sorbo de agua. Inmediatamente después, baja un carril por la izquierda al que no haremos caso, seguiremos llaneando por el carril principal que marca una curva a la derecha en el momento que atravesamos el arroyo Peñolite, que en estas alturas apenas es perceptible en época de estiaje. Al poco, tendremos vistas de Peñolite, su valle y, al fondo, el cerro de la Cabecilla con sus placas solares.

A 5'1 km alcanzamos la Fuente Blanca, en un paraje conocido como El Robledal, donde el carril vuelve a trazar una curva a la derecha, siguiendo el contorno que marca la pendiente del cerro por el que transitamos. Desde aquí ya observamos en la distancia el Salfarat y las alturas lejanas de Villarrodrigo y Alcaraz.

A 6'2 km hay una intersección con un carril secundario. Seguiremos por el carril principal que continúa a mano izquierda. Ahora vislumbramos la Cuerda de Lucas a nuestra derecha.

A 6'25 km desembocamos en el carril de la Morra. En dirección izquierda ascenderíamos a la torre vigía de la Morra, que en los mapas aparece como el Catena, que con 1233 mts. de altitud es uno de las cimas más altas del entorno. Nosotros tomaremos el carril hacia la derecha.

A 6'5 km trazaremos una curva pronunciada a izquierdas y a nuestra derecha aparecerá un carril que desciende y no debemos tomar, continuando por el sentido de nuestra mano izquierda. A nuestra derecha va quedando el Barranco Oscuro y 50 mts. después cruzaremos el arroyo del mismo nombre.

Al poco, se abre el terreno, pues atravesamos los Prados Altos. El camino continúa llaneando conforme marcan las curvas de nivel. Hemos de hacer caso omiso a cualquier entrada a fincas de olivar, que pueden confundirnos, y continuar por el carril principal, que en este punto marca una amplia curva en sentido de izquierdas.

Por ejemplo, a 6'9 km desde la salida aparece un carril por la derecha. Lo obviamos y continuamos por el camino principal que sigue recto. A 7'2 km nace otro carril a la izquierda del camino, obviamos y seguimos recto. Inmediatamente después comenzaremos a descender perceptiblemente. A 7'9 km, nuevamente nace un carril a nuestra derecha que parece descender con mayor celeridad; lo dejamos atrás. A 8'1 km, otro carril a la derecha, seguimos recto por la dirección que marca nuestra izquierda. Las vistas de Peñolite y Puente de Génave son admirables. A 8'75 km topamos con una nueva bifurcación con dos carriles que descienden hacia nuestra derecha. Obviaremos ambos y seguiremos recto a mano izquierda. A 8'8 km, otro carril que surge a la izquierda, seguimos recto a mano derecha. Recordemos que todos estos carriles son ramificaciones que solo conducen a fincas de olivar.

A 9'3 km llegaremos a la Fuente de las Canalejas y la intersección con el camino que asciende hacia el Collado del Caballo. Si queremos regresar a Peñolite tomaremos hacia la derecha en sentido descendente.

Descenderemos trazando tres pronunciadas curvas, la primera a izquierdas. A 10'15 km, otro carril de labor, seguimos recto a mano derecha. Atravesaremos el Arroyo de Cascos a 1km de Peñolite aprox.

A 11'45 km desde la salida, a apenas 800 mts de la plaza de Peñolite, a 20 mts del carril a mano derecha, está la Fuente del Barranco Negro. Tras este punto, un leve repecho y llegamos a la aldea de Peñolite.

Distancia: 8'8 km
Dificultad: media.
Descripción:

Partiendo desde la plaza de Peñolite en dirección Puente de Génave (carretera JA­9110), a 650 mts atravesaremos el arroyo de Peñolite por el Puente de los Cañamares. A la derecha dejaremos el carril de Las Cuevas y seguiremos por el asfalto.

A 900 mts de la salida dejaremos la carretera asfaltada y tomaremos el carril de tierra que nace a nuestra derecha. En cuanto ascendamos un poco tendremos unas maravillosas vistas de las Torres de Peñolite y Puente de Génave al fondo del valle.

A 1'4 km surge un carril a la derecha. Seguimos recto hacia el frente. Estamos ascendiendo suavemente a través del paraje conocido como Llanos de Moya.

A 2'05 km aparecen las ruinas de un viejo cortijo a nuestra izquierda, el cortijo de Coscorrones. De frente se alza ante nosotros/as el cerro Castellón y guardan el camino grandes olivares que aseguran ser de los más viejos de estos parajes.

A 3'4 km el camino marca una curva de 90 grados hacia la derecha. Merece la pena en este punto salir del camino unos 20 mts a la izquierda, buscando un morro de piedra caliza para encontrar una vista espectacular de Puente Génave y el valle de Peñolite.

Al continuar el camino, inmediatamente trazaremos otra curva de 90 grados hacia laderecha, de tal forma que debemos tener la impresión de haber marcado una amplia curva de 180 grados. Cualquier carril que nazca a nuestra izquierda debemos obviarlo y regresar en dirección contraria a la que traíamos, pero a una mayor altitud.

A 4'2 km, junto a un gran pino, aparece un carril hacia la derecha que desciende hacia las ruinas del cortijo de Las Alberquillas.

A 4'4 km encontramos a nuestra izquierda otro carril que asciende hacia el Castellón, una de las cimas que delimitan la Cuerda de Lucas, límite municipal entre Puente de Génave y la Puerta de Segura.

Nos adentramos en una zona más boscosa, pues la altitud marca el fin del cultivo del olivar y la persistencia de los pinares. A 4'75 km podemos abandonar nuevamente el camino y hallar otro morro que se asoma al cielo para admirar vistas amplias y despejadas del valle del Guadalimar. Al poco, comenzaremos el descenso.

Debemos no abandonar el camino principal, más asentado y amplio, y dejar de lado carriles que ascienden a los cerros o descienden a fincas de labor. Por ejemplo, a 5'5 km surge una bifurcación, seguiremos a mano izquierda, Igualmente a 5'6 km, continuaremos de frente por la dirección que queda a nuestra izquierda.

A 5'7 km, a nuestra izquierda observaremos el roquedo del Lagarto y en los siguientes 200 mts debemos hacer caso omiso a los carriles que surjan y continuar siempre de frente. Para saber que vamos por el buen camino, a nuestra izquierda debermos divisar una torreta de suministro eléctrico.

A 6'3 km de la salida obtenemos nuevamente unas estupendas vistas del valle de Peñolite, del viejo castillo almohade y el pueblo de Puente de Génave.

A 6'8 km llegamos a una zona de descanso, junto al cortijo del Hoyazo, que queda a la izquierda del camino. Comienza después un fuerte descenso. Apenas 100 mts adelante tenemos la piedra Risca del Hoyazo, un saliente de roca caliza que se asoma al valle.

El carril pierde calidad en este tramo debido a las abundantes rocas que se desprenden de las alturas. Si el paseo se está realizando con bicicleta, hay que extremar la precaución en este punto.

Seguiremos descendiendo hasta incorporarnos al carril de subida que tomamos en un principio, a apenas 500 mts de la carretera asfaltada. Giraremos a la izquierda y al topar con el asfalto, nuevamente a la izquierda para regresar a nuestro punto de partida.